Las cegueras del conocimiento

Hoy en día los grandes imperios que dominan el mundo, están obteniendo los resultados de un alto grado de planificación, de cultura bien definida, que tras ciclos han venido mejorando, producto de sus avances tecnológicos y de su interés por adquirir conocimiento, entre otras cosas.
Uno se puede preguntar ¿que tienen los europeos que no tenemos los latinoamericanos? y aunque se ha demostrado que se tiene el mismo potencial, se sabe que ellos arrastran con siglos de ciencia, y además con esa frialdad que define su personalidad.

Pero entonces podemos pensar ¿qué es el conocimiento?, ¿cuál es la mejor forma de adquirirlo?, ¿como sabemos que lo que sabemos es cierto?, ¿que se define por cierto o en su defecto por correcto?, ¿qué parámetros tenemos para guiarnos?, aunque esto parezca un juego de palabras, debe ser un punto de partida para poder definir un concepto. Podríamos pensar que el conocimiento es el que se adquiere en los 6 años que cursamos en la universidad, y de allí partir, para definir nuestro concepto de la misma, pero posiblemente cometamos un error, no solo por atribuir el conocimiento a lo que se trasmite en un salón de clase, si no por nuestra posible mala percepción de lo que entendemos por realidad.
Un parámetro que puede ser de ayuda para definir el conocimiento, según nuestros paradigmas, podría ser la inteligencia del sujeto, la capacidad de aprender con rapidez, pero entraríamos al error de pensar, que el individuo que tiene problemas para entender la conjetura de Maldacena (Ads/CFT) , es alguien completamente ignorante, es decir que nuestra propia percepción , no es siempre correcta, está sujeta a errores e ilusiones, y pensar que algún día no lo estará podría ser nuestro más grande error.
Teniendo en cuenta que nuestro conocimiento está sujeto a errores, podríamos pensar que al asistir a una universidad, nuestras posibilidades de adquirir conocimiento sin arrastrar una cantidad de errores, son mejores que quedarse en casa, aprendiendo cálculos solos.
Ahora bien muchas veces, podríamos pensar que el conocimiento es el manejo y la técnica de una serie de herramientas, que hacen que el individuo no solo se desenvuelva bien, en un campo determinado, volvemos al principio del ensayo “todo es relativo”, es decir el cristiano considera tener conocimiento dado que su parámetro , la biblia, le ha dado las pautas para llevar una vida con sabiduría, de la misma manera el científico que se aísla en su mundo de 11 dimensiones, aunque tenga problemas para amarrar las cintas de sus zapatos.
Yo soy de la idea que el conocimiento es todo lo que nuestra memoria adquiere, no importa si es erróneo o correcto, dado que todo depende de la percepción de cada individuo, pero ese temor que persiste en nuestras mentes de no expresar nuestras ideas, de no preguntar en una clase cuando existen dudas, es posiblemente la causa de nuestro atraso como sociedad, en la ciencia, y en una infinidad de campos, que importa qué Newton se halla equivocado en su concepción del universo, lo importante es que Einstein se dio cuenta que Newton estaba equivocado, ya sea por el grado de incredulidad de Einstein o por su constante búsqueda por la verdad.